*Aunque la noche...


Aunque la noche, larga,
lúgubre, llena de ideas,
me envuelva en sus alas,
sigo pensando en ella;
cuyas palabras me encantan,
¿Porqué? ¿Cómo es posible?
Ella llegó a mi alma,
no hace falta verla,
no conozco de ella nada,
no hace falta tocarla,
pues es con mis palabras,
que deseo tocar su alma.
Así que dime, hermosa, bella alma,
de verdad mis palabras,
tocan a tu corazón,
de verdad mis palabras,
llegan a tu corazón.

Autor: Anima Morte