*Remedia Amoris, Ovidio



Y si algo pueden mis preceptos,
Si Apolo algo útil enseña a los mortales por boca mía,
Aunque desdichado te abraces en mitad del Etna
Procura comportarte más fríamente con tu huella
Simúlate sano, y si tal vez te duele este algo;
Que no lo noten, y ríe aunque estés para llorar.

No te ordeno yo que hagas añicos de pronto tus huitas
No son tan fieras las órdenes de mi autoridad,
Finge lo que no eres, y haz como si tu ira se hubiera desvanecido
Así harás en realidad lo que habías pensado,
Muchas veces yo, para no beber, he querido hacer como que dormía,
Mientras parecía ser, rendí mis ojos  vencidos por el sueño.

Me he reído del engañado que simulaba amar,
Y siendo él el pajarero, había caído en sus propias redes.

Entra el amor en el alma con la costumbre;
Y con la costumbre se marcha.

Quien pueda fingirse sano; Sano estará.

Que te ha dicho que vayas…
Disponte tú a ir la noche que haya pactado contigo,
Si has ido, y se te ha cerrado la puerta…
Lo aguantarás.

Ni le digas lisonjas, ni le des gritos a la jamba,
Ni recuestes tu espalda en el duro umbral,
Llegará el día siguiente,
Que tus palabras no expresen queja alguna,
Y no muestres en tu rostro ningún signo de que estás dolido.

Ya depondrá su orgullo cuando te vea indiferente…
Incluso, obtendrás de mi arte esa ganancia.

Con todo, engáñate también a ti mismo,
Y no te impongas como propósito el dejar de amar,
Muchas veces el caballo rechaza al freno,
Mantengas en oculta tu determinación,
Si no revelas… Sucederá.

El ave evita las redes que se ven en exceso.
Que no esté tan pagada de sí misma, y pueda despreciarte,
Ármate de valor, para que ella, ceda ante tu valor.
Si por casualidad está la puerta abierta…
Pasa de largo… Aunque te llame.

¿Qué te ha dado una noche?
Plantéate si, a ir la noche que te ha dado,
Es fácil poder resistirse, si, cuando te falta paciencia…
Puedes obtener sus placeres fácilmente de inmediato.